martes, 1 de enero de 2013

Jóvenes y cada vez menos preparados

Uno se lleva las manos a la cabeza cuando lee las declaraciones de Dwight Howard en las que dice que no necesita ayuda para mejorar en los tiros libres, que sólo debe concentrarse. El consejo venía de, nada más y nada menos, Steve Nash. El canadiense acredita un 90.4% a lo largo de su carrera.

¿Qué pasa por la mente de un jugador así? ¿Están por encima del bien y del mal? Lo que parece claro es que, en muchas ocasiones, llegar a cierto nivel profesional nubla la mente de los protagonistas. Perder de vista la perspectiva, la realidad, hace que alguien como Howard, que aún no ha demostrado nada en el baloncesto, aparte de alcanzar unas Finales, desoiga los consejos de alguien como Nash, doble MVP y futuro Hall of Fame casi con toda seguridad.

En los últimos años parece que esto se está convirtiendo en una tendencia. Los rookies cada vez debutan más jóvenes, menos preparados y con unas ansias desmedidas por ganar dinero y alcanzar la fama. Pasar del instituto a la NBA ya no es posible, pero el poco tiempo que pasan los jugadores en la universidad afecta negativamente en su formación, tanto personal como baloncestística. En los últimos 10 años, sólo Derrick Rose y Lebron James como números 1 del Draft pueden ser considerados estrellas. Quizá Blake Griffin esté en camino, pero los Bargnani, Oden, Wall, Ming o Bogut, por unas razones o por otras, no han alcanzado cotas mayores.

¿Pero esto sólo se debe a su falta de preparación? No, ni mucho menos. Oden, Bogut y Yao Ming han sufrido lesiones importantes que han impedido llegar al estrellato, pero otros como John Wall, Kwame Brown o Dwight Howard han demostrado una inmadurez propia de los jóvenes que no saben de dónde vienen ni adónde van. El propio Howard, como ejemplo sangrante, apenas ha evolucionado en sus porcentajes en el tiro libre. Claro ejemplo de conformismo y falta de ética de trabajo.

Complicada situación, aunque hay ejemplos que vienen, como Irving o Anthony Davis, que nos reconcilian con los fundamentos, las buenas maneras y la preparación baloncestística. Las habilidades son cada vez menos en la actual NBA, donde predomina el one and one, los bloqueos directos y la ausencia total de recursos técnicos. Confiemos en que esta tendencia de irresponsabilidad se torne en unos jóvenes y cada vez más preparados.

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