jueves, 18 de octubre de 2012

Americanos

Como dice el humorista Goyo Jiménez, los americanos nos superan en todo, son superiores. Reconozcámoslo, en baloncesto, lo son.

Pero no me refiero a aspectos técnicos, tácticos o simplemente deportivos, ahí cada uno tiene un gusto y una preferencia. Estoy hablando de la concepción de juego, deporte y espectáculo que tienen respecto al basket.

Goyo Jiménez
El año pasado, sólo dos equipos de la NBA anotaron, de media, menos de 90 puntos. En lo que llevamos de ACB, de todos los encuentro disputados, 27 en total, en seis de ellos uno de los equipos superó esos 90 puntos. Es decir, de las 54 ocasiones que se han jugado, en conjunto (sumando los 3 partidos de los 18 equipos), en sólo seis se alcanzaron los 90 puntos.

Pero nadie sabe por qué está pasando esto ¿Obedece simplemente a la superioridad técnica, táctica y cualitativa de los jugadores NBA? ¿O hay algo más? Probablemente, en ambos casos. Nadie duda que, echando mano de los fríos números, el jugador número 50 de la NBA, es superior, en casi todos los aspectos, que el mejor jugador de la ACB. De hecho, José Manuel Calderón, titularísimo en TODOS los equipos de la Liga Endesa, tiene difícil serlo en Toronto Raptors.

Con estos argumentos, válidos o no, según la prensa que los analice, lo que se pretende demostrar es la superioridad en la cancha de la NBA. Bien, pero este artículo va más allá. Nada podemos hacer si los mejores jugadores del mundo no están en la ACB, pero sí podemos hacer algo para que los partidos que se disputan aquí no se conviertan en un tedioso “espectáculo”, lento y sin atractivo aparente. Los datos en cuanto a anotación san para un pormenorizado análisis, aunque nos vamos a fijar en un aspecto importante, cuyas consecuencias estamos notando desde principio de temporada.

El colectivo arbitral, tan señalado por su parcialidad y su escaso criterio, ha visto aumentadas sus competencias en este inicio de año. Parece ser que han recibido órdenes de ser más estrictos, más puntillosos con las manos y con las faltas fuera de jugada. Ya se vio en la Supercopa de Zaragoza, donde los árbitros hicieron suyo el protagonismo señalando faltas a diestro y siniestro, especialmente en la final. Hubo un periodo de tiempo en el tercer cuarto en que prácticamente en cada posesión se producía un parón propiciado por los colegiados.

¿Qué se consigue con ello? Constantes interrupciones del juego, pérdida de ritmo por parte de los equipos, imposibilidad de desarrollar los sistemas de juego propios, aburrimiento por parte de la afición y, sobre todo, una pérdida alarmante de atractivo, de espectáculo. En los dos únicos encuentros en que un equipo ha superado los 100 puntos (ambos del Real Madrid), el equipo en cuestión hizo 74 y 75 tiros de campo. En el Lagun Aro GBC-Gescrap Bizkaia, por ejemplo, hubo un reparto de 62 y 58 lanzamientos a canasta. El resultado final fue de 65-72 para los hombres de negro.

Pero, ¿a qué se debe? No es justo cargar las tintas contra el colectivo arbitral, los entrenadores, con sistemas cada vez más encaminados a la defensa, hacen un flaco favor a baloncesto patrio, pero como estamos hablando de los trencillas, argumentaremos en dicha dirección. Hay una ley obvia y lógica que, a más lanzamientos a canasta, más puntos se consiguen, sobre todo si asignamos un porcentaje estándar de un 50% a los tiros de 2 y un 40% a los triples. Y es una verdad de Perogrullo que se suma más con los tiros de campo que con los lanzados desde el 4,60.

Así, a más faltas, más tiros libres, menos tiros de campo, menos puntos, más interrupciones, menos espectáculo, menos posibilidades de ver a los buenos jugadores por el problema de las faltas y más aburrimiento general.

En Europa somos muy clásicos y no nos gustan los pasos de salida, los 3 segundos en zona, la permisividad bajo canasta o torcer la vista a cierto tipo de faltas. Pues bien, he de decir que, cada vez más, el basket continental me aburre, por culpa de unos y otros; que los árbitros adquieren un protagonismo que ni se merecen ni deben desempeñar y que vamos encaminados a partidos a 70 puntos, cuando no menos

Y eso tiene una consecuencia directa: las audiencias. Hay más espectadores un viernes por la noche en el partido NBA que da Cuatro que un domingo por la tarde en el partido ACB de La 1. Para hacérnoslo mirar.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, Goyo tiene razón: me quedo con los americanos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Igual anotan más porque juegan 8 minutos más por partido (casi un cuarto). Y hemos visto muchos jugadores NBA que en la ACB no lo han hecho ni medio bien. Son competiciones muy diferentes, reconociendo que la NBA es muy muy superior.

Anónimo dijo...

Cierto, los europeos y los americanos no entendemos el baloncesto de la misma manera

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